sábado, 3 de febrero de 2024

Capitulo 14 Vidas en desgracia (del libro Todo sucede en abril)

 



Capítulo 14 Vidas en desgracia

 Cuando llegamos a vivir con mi mamá a la pensión, Susana y Viviana, ya llevaban un tiempo habitando allí. Siempre las veía riendo, en ocasiones parecían que habían tomado de más o estaban bajo los efectos de otras cosas. Me cruzaba con ellas mientras jugaba en la vereda con mi pelota de goma. Me acariciaban la cabeza con ternura y me decían: "Qué niño tan lindo, bueno e inocente, ojalá todos los muchachos fuesen como vos". Recibían visitas de diferentes hombres de manera regular. Ellas se vestían de forma llamativa y parecían disfrutar de la vida. Sin embargo, últimamente las cosas estaban cambiando. Viviana se había desmayado un par de veces estando en la pensión y recuerdo a Susana saliendo desesperada a pedir ayuda por los pasillos. Con fortuna, una ambulancia llegaba a tiempo y lograban socorrer a Viviana.

Pero una noche, las cosas no terminaron bien. No era muy tarde, yo recién había terminado de cenar una milanesa con papas fritas. Escuché a Susana que gritó: "¡Se muere, se muere!". Arrastró a Viviana por los pasillos de la pensión, y desde la puerta de mi habitación, asustado, pude ver el rostro desvanecido de Viviana por última vez en mi vida. La ambulancia, como siempre, llegó rápidamente y se la llevaron. Sin embargo, al día siguiente, temprano por la mañana, escuché a Susana llegar a la pensión llorando desconsoladamente porque Viviana ya no estaba.

Le pregunté a mamá si sabía qué había sucedido. "Fueron las drogas", me respondió. Esa mañana fui al colegio, pero sentí que nuevamente la muerte era un tema en mi vida. La pérdida de mi papá siempre estuvo en mi mente, pero no estuve presente cuando ocurrió. Ahora, a Viviana la había tenido cerca de mí todos los días y la vi minutos antes de que partiera para siempre.

Quise compartir con mis compañeros del colegio lo sucedido, pero parecían no entender demasiado o era un asunto del que no querían hablar. Ninguno de ellos había experimentado algo similar, la muerte de alguien cercano o de un ser querido. Solo uno de los chicos había perdido a su abuelo, quien ya era muy anciano. Además, ninguno de los chicos del colegio, al menos según mi conocimiento, vivía en un lugar como la pensión. Todos tenían una casa, unos padres y muchos incluso…un perrito.

No pasó mucho tiempo para que Susana se marchara de la pensión. Nadie supo adónde, no dijo nada, ni se despidió. Creo que la entendía, muchas personas cuando sienten que están solas en el mundo, tienen a encerrarse en sí mismas, en una especie de espiral del alma. Solo con Viviana podían entenderse. En última instancia, la historia de Susana y Viviana me recuerda que cada uno de nosotros lleva una carga invisible, una historia que se esconde tras nuestras miradas y sonrisas. A veces, el aislamiento y la soledad se convierten en refugios temporales para explorar y enfrentar nuestras propias vidas en desgracia. Tal vez en algún lugar lejano, Susana habría de encontrar la felicidad que le parecía tan esquiva.

Los días se estaban poniendo extraños en la pensión. Había un clima pesado y lúgubre. Serían premonitorios de uno de los momentos más difíciles para mí en La Plata.

Pocos días después de lo que sucedió con Viviana, como todas las tardes de la semana, regresaba a pie del Don Bosco, recorriendo las quince cuadras que me separaban de la pensión. Sin embargo, esta vez me demoré un poco más de lo habitual. Pasé por un quiosco de golosinas y quedé hipnotizado por una pelota de cuero número 5 que tenían en venta. Le pregunté al quiosquero cuánto costaba, no sé para qué, si creía que nunca iba a poder comprarme una. Caminé en círculos por la plaza Moreno durante varios minutos, observando el cielo de la tarde que se desvanecía entre los edificios y me contaba una y otra vez que yo no pertenecía a La Plata. Anhelaba con un fuerte dolor en el pecho regresar a Pilar. Suspiré resignado y me encaminé directamente hacia la pensión.

Al entrar, vi que estaba Fazzari, claramente enfadado y violento, mientras mi madre se acurrucaba temerosa contra la pared. Entonces, el gordo comenzó a gritarle, recriminándole no sé qué cosa y avanzando amenazadoramente hacia ella. No sé si se percató de mi presencia en la habitación, pero cuando vi que iba a golpearla, me interpuse entre los dos y le grité: "¡A mi mamá no la tocás!".

No vi venir el golpe, no sé con qué pesada mano me lo dio, pero lo sentí en pleno rostro, desequilibrando todo mi cuerpo y dejándome tumbado en el suelo, casi inconsciente. Tengo el eco en mi memoria del grito lleno de odio del gordo: "¡Pendejo de mierda!". Quedé aturdido en el suelo, escuchando los gritos de mi mamá mientras empujaba a Fazzari hacia afuera y cerraba la puerta. Hubo alboroto en el pasillo de la pensión, creo que varios de los que vivían ahí escucharon lo que pasó y terminaron echando al gordo carnicero.

Fui recobrando la plena conciencia gradualmente. Me encontraba en el suelo, con mi madre sosteniéndome en sus brazos. Recuerdo que ella lloraba amargamente y pronunció unas palabras que se grabaron en mi memoria: "Nunca más".

®Tomado del libro "Todo sucede en abril" . El Bodegón Ediciones - 2023

domingo, 26 de noviembre de 2023

"Todo sucede en abril" - Publicación Septiembre 2023

 


Todo sucede en abril es una novela cautivante y autobiográfica que invita a mirar la vida a través de los ojos de un niño. Desde el traumático suicidio de su padre hasta los desafíos del desarraigo y la violencia, nuestro joven protagonista de diez años emprende un viaje que trasciende generaciones. 

Narrada desde la perspectiva pura e inocente de Bambino, esta obra publicada recientemente con el acompañamiento de El Bodegón Ediciones, te transportará a tu propia infancia, recordándote la fuerza necesaria para enfrentar los altibajos de la vida y superar las pruebas que los adultos imponen.

Todo sucede en abril es mucho más que una novela; es una experiencia transformadora que resonará en tu corazón. Preparate para sentir la nostalgia de la infancia y ser testigo del asombroso poder de la imaginación que tocará tus fibras más sensibles y te conmoverá hasta las lágrimas.


lunes, 18 de noviembre de 2019

River vs Flamengo. Analogía tomada del boxeo

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   Una de las más grandes peleas de box de los años 80 fue aquella que protagonizaron Thomas Hearns y Marvin Hagler. Yo recuerdo muy bien todos los detalles de la previa, porque en aquellos años de mi adolescencia seguía muy de cerca a esa categoría de boxeadores, que creo, fue la mejor de la historia, porque contaba con púgiles tales como Sugar Ray Leonard, Pipino Cuevas, Mano de Piedra Durán…y para qué seguir.
El asunto es que la pelea entre “el Maravilloso” Marvin Hagler y “La cobra de Detroit” Thomas Hearns, mostraba al primero como un campeón sólido, el mejor libra por libra, tratando de unificar los títulos vigentes del momento. Hagler era un boxeador de una técnica magistral, efectivo, siempre bien preparado para las peleas. Pero no era un noqueador nato, de esos que pueden tirar a sus rivales de un solo golpe, sino más bien uno que iba destruyendo a sus contrarios a medida que pasaban los rounds. Así hizo con nuestro “Martillo” Roldán y también con “Mano de piedra” Durán, previamente a este combate.
En cambio, Hearns era el noqueador perfecto. Dueño de un poder tremendo en su mano derecha. Un cross que mandó a la lona anteriormente, en apenas pocos rounds, a rivales como Cuevas y al mismísimo Durán. Pero Hearns tenía un problema: baja resistencia a recibir golpes. Pegaba como un caballo, pero su mandíbula era de cristal.
Con esas cartas de presentación se iniciaba la pelea, un 15 de abril de 1985.
El próximo sábado 23 de noviembre se enfrentarán en Lima River y Flamengo. La analogía de aquel legendario combate de boxeo me parece perfecta. River es el campeón sólido como lo fue Hagler. River no es un noqueador nato, sino que te va demoliendo de a poco. Un equipo que se va construyendo desde su defensa hacia adelante, con su fútbol ensayado, ajustado y ya habituado a este tipo de finales, siempre pensando con avidez en la obtención del triunfo como lema.
Flamengo es un noqueador, te mata a goles y talento ofensivo. En un ratito te puede hacer un desastre, como lo hizo con Gremio en la semifinal. Brilla mostrando un fútbol y jugadores de alto nivel individual. Pero veo, al igual que Thomas Hearns, que tiene la mandíbula de cristal y es capaz de recibir una gran cantidad de goles en contra en un partido, así como lo hizo Vasco da Gama en una reciente fecha del Brasileirao.
Es tiempo de fútbol, se viene un combate extraordinario entre dos grandes equipos. River y Flamengo jugarán una final histórica por varios motivos. Muchos años atrás, Hagler y Hearns brindaron una de las peleas más recordadas de todos los tiempos y para los que no saben, el ganador de aquella batalla fue el “Maravilloso” Hagler por nocaut en el tercer round.

domingo, 17 de noviembre de 2019

La teoría de la tercera generación



   
Hace varios años ya, mientras cursaba mi carrera en la universidad, expuse ante mis compañeros una idea a la que denominé la “teoría de la tercera generación”. Básicamente, se trataba de una crítica a la tercera generación de empresarios descendientes de familias fundadoras de empresas. Veía un patrón repetitivo en la conducta de los fundadores-hijos-nietos que llevaban adelante una empresa a través de los años.
    Décadas atrás, un abuelo fundaba una empresa con enorme sacrificio y la llevaba adelante con un grupo de personas, llamados empleados. La visión de trabajo arduo la llevaba a engrandecerla. Eran épocas en que el patrón prosperaba, pero también ayudaba a los empleados a crecer juntamente con él. Era el tiempo en que el trabajador hacía carrera dentro de la empresa, ascendiendo puestos y progresando, de la misma manera lo hacía en su economía personal. A veces hasta la compañía le daba ayuda para comprar su casita o a adquirir su primer auto. Esa era la cultura que mandaba en la empresa del abuelo fundador.
    Después llegó el turno de que los hijos del fundador se hacían cargo del timón de la empresa: aparecía la segunda generación con sus nuevas ideas. Recibían una compañía crecida, próspera y con gran cantidad de empleados, que fueron precisamente los que la hicieron crecer con su esfuerzo. Pero la nueva generación traía nuevas propuestas: era necesario “profesionalizar” los puestos de trabajo. Aunque existen distintas definiciones para la palabra “profesionalizar”, la que aplicaba la segunda generación era aquella que en la práctica se definiría como: “descartar personal antiguo, sin importar cuánto había aportado al crecimiento de la empresa, por nuevos jerarcas con títulos académicos, mucho mejor pagos.”
    La experiencia de “profesionalizar” no siempre resultó como se esperaba. El costo de la curva de aprendizaje de los nuevos “profesionales” muchas veces dejó consecuencias catastróficas para la empresa, por desconocer el verdadero espíritu de cómo se hizo grande. Los errores de los profesionales pasaban por malas decisiones en la visión y mucho más por el trato con los trabajadores leales, generando un tendal de gente que valía la pena en el camino, echándolos de la organización mientras duraba su gestión. Nunca se pensó el impactó que produciría esta decisión en el resto de los trabajadores que esperaban una promoción u oportunidad dentro de la compañía a la cuál habían apostado por años para crecer. Cuando el empleado esperaba que llegara su reconocimiento, la oportunidad y el premio se lo daban al profesional que venía de afuera. Esto amparado por esa segunda generación que le había confiado los destinos de su empresa a estos “profesionales”. El resultado inevitable era, por un lado una organización en la que sus propios empleados vivían descontentos tratando de irse a otro lugar, y por otro una empresa que ya dejaba de dar ganancias y empezaba a perder.
    Y en este escenario venía a hacerse cargo la tercera generación: los nietos del fundador. Esos que nacieron en la abundancia gracias al sacrificio del abuelo. Esos que fueron educados en las mejores universidades y aprendieron rápidamente que un trabajador era un “costo” para la empresa y no su mejor capital. La tercera generación de repente se desayunó con que tenía en sus manos millones en capital. Ése era el pensamiento, no que heredaban una empresa en la cual se había invertido mucho trabajo por las generaciones anteriores, una empresa que hizo grande el nombre de la familia ya que brindaba trabajo a personas y dignidad a muchas familias, ayudando al crecimiento de un país. Pero la pregunta de la nueva generación no era de cómo mantener estos ideales tan altos, sino la de ¿dónde rinde más mi capital? Si tengo tanto dinero ¿para qué trabajar?, mejor vender todo e invertir en el negocio financiero, o irse a otro país a disfrutar lo heredado del sacrificio de la primera generación. Y así se hizo. La empresa discontinuó la línea generacional y fue a parar, en ruinas, a nuevos capitalistas.
Tal vez, en esta teoría pensada hace más de diez años tengo un poco de dureza, al no haber mencionado el difícil contexto en que tuvieron que lidiar, muchas veces, cada generación de empresarios. Pero como dije, el patrón se repitió en muchas de las empresas argentinas: Primera generación funda, segunda generación endeuda, tercera generación vende.
    Y creo que para tener un país mejor necesitamos una nueva y distinta generación de empresarios, con otra cultura y moral, con los valores de aquellos que hicieron grande a nuestra industria, con visión de trabajo, con don de tratar a los trabajadores. Generación de empresarios que no vivan pensando en comprar dólares o en la especulación financiera. Que tengan un poco de amor por esta Argentina, entendiendo que el circulo virtuoso de la economía se produce cuando la empresa privada crece. Y por supuesto que entiendo la parte que le corresponde al Estado, que debe apoyar al emprendimiento, estimularlo y no ahogarlo con cargas imposibles. Pero la parte del Estado quedará para otro escrito, aquí solamente quería recordar aquella teoría de la que les hablé a mis compañeros universitarios, hace varios años ya…pero es una teoría que sigue vigente y cumpliéndose regularmente.

martes, 21 de mayo de 2019

Feria del Libro La Rural - 2019


Por segunda vez en mi vida, presente en la Feria Internacional del libro de Buenos Aires, La Rural, 10 de mayo de 2019.









Por segunda vez en mi vida, presente en la Feria Internacional del libro de Buenos Aires, La Rural, 10 de mayo de 2019.

domingo, 24 de marzo de 2019

El futuro ya está entre nosotros

Bastará con dar un breve paseo por las noticias de avances tecnológicos y de la ciencia para descubrir que, aquello con lo que soñábamos hace solo unos pocos años nada más, ya es una realidad entre nosotros.

Las comunicaciones entre las personas han evolucionado de una manera extraordinaria en poco tiempo y se superan a cada momento. Las jovenes de este tiempo no se sorprenden con las virtudes de un celular, un GPS o las video-llamadas en vivo por whatsapp; pero para los que vivimos en los años ochenta, todas estas cosas eran maravillas con las que imaginábamos el futuro.
Los seres humanos hemos dejado de ser la única clase pensante en la tierra. En octubre del 2018, el mundo de la robótica dio sus salto más importante: un androide de inteligencia artificial llamado Sophia, recibió la ciudadania en el país de Arabia Saudita, adquiriendo de esa manera, los mismos derechos que tiene un ser humano común, tales como casarse y votar, entre otros. Aquel mundo imaginado por Isaac Asimov en su libro "Yo, robot", o el de las películas "Inteligencia Artificial" y "Terminator", abandonó la ficción para ser una realidad palpable entre los humanos.


Las nuevas generaciones ya no piensan en vivir en nuestro planeta. La NASA se encuentra trabajando actualmente en un proyecto para enviar gente a vivir en Marte dentro de unos 15 años. Un grupo de adolescentes está siendo entrenado en la popular organización norteamericana de investigación espacial con el fin de llevarlos al planeta rojo para residir en forma permanente. En el siglo pasado nos sorprendimos por el hombre caminando en la luna, ahora, la vida en otro planeta está a un paso de ser realidad.
Siempre creí que el límite de la invención del hombre es aquello hasta donde pueda imaginar y cada día, lo imaginado en el pasado, se hace realidad en el presente y vuelve a renovarse en pos de nuevos sueños.


Guillermo Silva


Nota: breve redacción para TP materia "Locución y redacción" Marzo 2019

lunes, 23 de julio de 2018

Presupuesto 2018

Cuando era un adolescente recuerdo que leí en una revista de música metalera un comentario que me impactó sobre un disco, en el mismo decía que si durante ese año tu presupuesto alcanzaba para comprarte sólo dos discos, uno de ellos debía ser el que se estaba promocionando.
Pues bien, te digo con total franqueza, si durante este 2018 tu presupuesto da para comprarte solo DOS LIBROS, uno de ellos sin dudas debe ser "CONSTRUYE UN MENSAJE INOLVIDABLE".